·
La justificación de la pedagogía del oprimido
·
La contradicción opresores – oprimidos, su superación
·
La situación concreta de opresión y los oprimidos
·
Nadie libera a nadie, ni nadie se libera sólo. Los
hombres se liberan en comunión
Paulo Freire sustenta una pedagogía basada en situaciones de la vida
cotidiana en la cual la persona cultive
su aprendizaje. No se trata de una pedagogía para el oprimido, por el
contrario, de él, el sujeto debe construir su realidad a través de las
circunstancias que generan el devenir cotidiano. Los textos que el individuo
construye le permiten reflexionar y analizar el mundo en que vive, pero no para
adaptarse a él.
Freire habla de una pedagogía libertadora en donde el método deja de ser
instrumento del educador con el cual manipula a los educandos porque se
transforman en la propia conciencia.
En el primer capítulo se menciona algo muy importante –la superación
auténtica de los opresores-oprimidos no está en el mero cambio de lugares, ni
en el paso de un polo a otro, ni tampoco radica en el hecho de que los
oprimidos de hoy en nombre de la liberación, pasen a ser los nuevos
opresores. Sino implica dos momentos de manera progresiva: primero el
tomar conciencia de la realidad en la que vive el individuo y ser oprimido ante
las determinaciones de los opresores, y el segundo consiste en la iniciativa de
los oprimidos paras luchar frente a los opresores y liberarse para
llegar a la praxis.
CAPITULO II
· La concepción “bancaria” de la educación como instrumento
de opresión. Sus supuestos. Su crítica.
· La concepción problematizadora de la educación y la liberación. Sus Supuestos.
· La concepción bancaria y la contradicción educador – educando.
· La concepción problematizadora y la superación de la contradicción educador – educando: nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí con la medición del mundo.
· El hombre como ser inconcluso y consciente de su inconclusión y su permanente movimiento tras la búsqueda del SER MAS.
· La concepción problematizadora de la educación y la liberación. Sus Supuestos.
· La concepción bancaria y la contradicción educador – educando.
· La concepción problematizadora y la superación de la contradicción educador – educando: nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí con la medición del mundo.
· El hombre como ser inconcluso y consciente de su inconclusión y su permanente movimiento tras la búsqueda del SER MAS.
Una
característica actual de la educación es la narración y memorización excesiva
que se presentan en las aulas, pero no se analiza la esencia de ello, por
ejemplo: 1945 marca el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero se desconoce cómo
este hecho influyó en nuestras vidas y las relaciones que establecemos en lo
cotidiano, por el contrario, simplemente se retiene la fecha. Esta situación,
Freire la concibe como si los alumnos fueran unos recipientes en los cuales se depositan
los conocimientos, así, el maestro es un depositario y los conocimientos son
los depósitos que realiza cotidianamente. La concepción bancaria de la
educación pretende transformar la mente de los individuos para que se adapten
mejor a las situaciones reales y así poder dominarlos con mayor facilidad.
Cuando más pasivos sean, proporcionalmente se adaptarán, por lo tanto, se
disminuye su creatividad, estimulan la inocencia, lo cual crea las condiciones
para que los opresores surjan como sujetos generosos.
Cuando el
individuo no lucha por sus intereses y su emancipación cultural y social,
parece como si hubiera perdido el amor por la vida, tal necrofilia es la
situación que ha predominado reiterado con la educación que se imparte en las
escuelas, sin embargo la pedagogía que propone Freire es opuesta a lo anterior,
sugiere que el individuo adquiera la biofilia a través del cultivo del ser,
estando con el mundo y no en el mundo, lo cual se alcanza a través de la
liberación, para ello se requiere que la educación deje de ser alienante y
mecanicista.
La educación
liberadora en el individuo tiene que ser un acto cognitivo en el que se
comprenda y analice el contenido, superando la división existente entre el
maestro y el alumno; dejar de lado la relación unidireccional para que la
bidireccionalidad contribuya a la educación integral de ambos, puesto que los
dos tienen elementos que aportar para la enseñanza, de lo contrario si se
pierde el sentido axiológico mutuo, sólo se convierte en un acto memorístico
específico. El papel del educador reside en la problematización del mundo
próximo al oprimido, crear las condiciones apropiadas para que el aprendizaje
desarrolle nuevas expectativas avanzando más allá de la “doxa” hasta alcanzar
el nivel de “logos” a fin de alcanzar un carácter auténticamente reflexivo y
descubrir su propia realidad, provocando nuevos desafíos hacia la
autoconstrucción del mundo en que tengan participación real y directa sobre las
acciones que emprenden. Lo anterior requiere de problematizar al propio hombre
sin influir en su aprendizaje a través de experiencias artificiales.
CAPITULO III
·
La dialogicidad: Esencia de la educación como práctica de
la libertad
·
Dialogicidad y dialogo
·
El dialogo empieza en la búsqueda del contenido
programático
·
Las relaciones hombres – mundo, los “ temas generados” y
el contenido programático de la educación
·
La investigación de los temas generadores y su
metodología
·
La significación concientizadora de la investigación de
los temas generadores
·
Los momentos de la investigación
El uso el diálogo como elemento del aprendizaje y como
práctica de la libertad es indispensable ya que el hombre no se hace en el
silencio, sino en la palabra, la acción y la reflexión; dialogicidad que debe
establecerse entre el educador y el educando.
Es importante establecer diálogo con el pueblo, pero ello implica
emplear un lenguaje similar al de las costumbres del individuo par que exista
una interacción es necesario integrarse a la vida del hombre, investigar su
lenguaje, su actividad y pensamiento; posteriormente, a través de la educación
problematizadora estos elementos se conjugan para generar conocimiento.
Cuando se desea investigar el tema generador, se debe acudir hasta el
lugar donde se encuentran los individuos que se pretenden liberar e investigar
el pensamiento de ellos para no descontextualizar su trabajo, por el contrario
se trata que la enseñanza se dé entre su propia realidad para evitar que sea un
acto mecánico, es decir la superación y liberación del hombre no se logra con
el consumir ideas que abundan entre los hombres, mas bien se trata de que el
individuo las construya y sobre todo que las transforma a través de la práctica
y la comunicación.
La investigación del tema generador implica dos fases distintas; la
primera se refiera a acudir hasta el lugar de los hechos para conocer cuál es
la forma de pensar de los oprimidos y la segunda es aplicar el pensamiento en
el aprendizaje sistemático a través de la interacción grupal entre los mismos
individuos, de tal manera que la persona vaya adquiriendo conciencia de su
realidad.
CAPITULO IV
La
antidialogicidad y dialogicidad como matrices de teorías de acción cultural
antagónicas: la primera sirve a la opresión y la segunda, a la liberación:
La teoría de acción antidialógica y sus
características:
·
La conquista
·
La división
·
La
manipulación
·
La invasión
cultural
La teoría de acción dialógica y sus
características:
·
La
colaboración
·
La unión
·
La
organización
La síntesis cultural
El opresor
hace uso de la antidialogicidad para mantener su status quo a través de
diversos medios, por ello, es importante conquistar a los oprimidos con el
diálogo concreto repetidamente, convirtiéndose este acto en una acción
necrofilia, incluso algunos opresores hacen uso de otros instrumentos
ideológicos para conseguir su conquista.
Por otra
parte, los opresores buscan evitar la unión dialógica con el mismo objetivo
anteriormente expuesto, en sus discursos implícitos advierten lo peligroso que
podría ser mantener la "paz social" cuando a los oprimidos se les
habla de los conceptos de unión, organización, entre otros. Entre sus
actividades principales está el debilitarlo a través de la alienación con la
idea de que se dividan entre ellos y así mantener las cosas estables. Ante sus
adversarios aparecen como los únicos que pueden crear la armonía necesaria para
vivir, sin embargo ésta sirve para dividir; si algún individuo decide emprender
una lucha liberadora, es desacreditado, incluyéndolo en la "lista
negra", evitando de esta manera la realización, antecedente obligatorio
para la liberación.
Otra
característica de la antidialogicidad es la manipulación que a través de la
ideología busca conformar a las personas en base a sus objetivos propuestos; En
ocasiones la manipulación se da a través de pactos con la desventaja para los
oprimidos. De la misma forma se imponen modelos de vida burgueses que entre las
masas populares encuentra terreno fértil para lograr la manipulación oculta en
los discursos; sin embargo la organización como antídoto es algo absurdo.
Algunos
líderes de izquierda acuden a las masas populares para exponer sus ideas, sin
embargo la mayoría de las veces su lucha se centra en lograr el poder; cuando
se ha logrado este objetivo, entonces se olvidan de las masas quienes lo
apoyaron; otros individuos denominados líderes, únicamente
"coquetean" con ambas partes, sus acciones son ambiguas y nefastas a
las clases populares, puesto que sólo es un mediador entre la supremacía y
ellos, sin que logre realmente la liberación ansiada por los oprimidos.
Otra
característica de la antidialogicidad es la invasión cultural de que son objeto
los oprimidos; éstos son sólo eso, objetos, mientras que los opresores son
autores y actores del proceso; es una táctica subliminal que se emplea para la
dominación y que conduce a la inautenticidad de los individuos, puesto a mayor
grado de mimetización la tranquilidad de los opresores aumenta
proporcionalmente, por lo tanto entre las masas populares ocurre una pérdida de
valores, una transformación en su forma de hablar y se adhieren al opresor
irremediablemente.
Cuando hay
la invasión cultural, las relaciones padre - hijo se modifican para beneficio
de los opresores quienes suponen que deben educar al pueblo, por el contrario
éste debe educarse en comunión; lo que parece más cruel aún es que cuando un
individuo oprimido intenta liberarse y lucha porque sus iguales lo hagan
paralelamente se les clasifica negativamente; para lo opresores parece
imposible escuchar las inquietudes del pueblo como si ellos no fueran capaces
de pensar. Esta característica implica una visión concéntrica de la realidad.
Contraponiéndose a lo que se expuso anteriormente, aparece la colaboración como una forma de emancipación del pueblo, pero ésta no implica la existencia de un líder mesiánico, sino a través de la comunión entre él y las masas quienes interactúan y se comunican con el compromiso mutuo de luchar por la liberación, descubrir el mundo, no adaptarse a él ofreciéndose confianza mutua de tal manera que se alcance una praxis revolucionaria. Tal situación requiere de todos los participantes la humildad y el diálogo constante.
Además de
colaboración, se requiere de unión para realizar un esfuerzo común que conduzca
a la liberación, lo cual implica una forma de acción cultural que enseñe el qué
y cómo de la adherencia a la causa revolucionaria, pero sin caer en la
ideologización, sino descubrirse a sí mismo como lo que es realmente, una
actividad humana, no una cosificación exacerbada.
Además de la
unión, la acción dialógica requiere de la organización para evitar el dirigismo
ideológico, por el contrario, es un elemento constitutivo de la acción
revolucionaria, misma que implica conexión entre la acción y la práctica,
audacia, radicalizar, pero no sectarizar y valentía de amar, todas estas
acciones deben ser claras sin caer en la ingenuidad. Obviamente para que esta
acción se realice debe estar presente la disciplina, orden, objetivos precisos,
tareas que cumplir y cuentas que rendir antes sus semejantes, de ninguna manera
se trata de una actividad anárquica, sino el despertar para liberarse de la
opresión en que se encuentran.
La última característica de la acción dialógica es la
síntesis cultural que se da simultáneamente con la investigación temática,
puesto que pretende superar las acciones opuestas emprendidas por los
opresores, es decir, va más allá de la inducción, por lo que se trata de la
fuerza de su propia cultura como un acto creador que los reivindica con otra
visión de mundo distinta a la que se les impone sin cuestionarla.
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