Paulo Freire (1921 -1997) pedagogo brasileño,
indudablemente unos de los pedagogos más importante del siglo XX.
Adoptó como método de enseñanza una variante de la
teología de la liberación o bien conocida como Pedagogía de la Liberación.
Cual concibe al docente de una manera diferente, El
10 de abril de año 1997publica su último libro “Pedagogía de la Autonomía”
contrastando en su libro el perfil del profesor ideal.
Las cual el autor las divide en tres capitulo o
escritos. Paulo Freire, fallece el 2 de mayo de 1997 en Sao Paulo, víctima de
un infarto agudo de miocardio.
CAPITULO I
No hay docencia sin discencia: En este primer
escrito nos deja claro que el maestro debe ser un buen aprendiz, y estar
abierto a las realidades de sus educando. No hay docencia sin discencia, ya que
el que enseña aprende a enseñar y quien aprende enseña al aprender. Este
pensamiento de Paulo Freire, nos hace reflexionar que nunca dejamos de
aprender, que constantemente aprendemos algo nuevo en todo momento. Como
maestro tanto como aprendiz.
Finalizo esta idea con las siguiente palabras “Para
ser un buen maestro primero debes ser un buen aprendiz”.
El ser maestro no implica que tú lo sepas todo, no
implica que el educando te escuche y lo tome como una verdad absoluta tus temas
de avances. Si es así querido lector entonces estas en un error, porque estas
oprimiendo al educando como un opresor del pensamiento crítico. El ser maestro
es hacer que los dicentes busquen y que desarrolle el área de investigación,
convirtiéndose en personas autónomas de su propio aprendizaje y así mismo de su
pensamiento. Que la práctica educativa que no quede solamente en la educación
bancaria. Y que a través de esa investigación, el maestro respete ese
conocimiento y el conocimiento previo, experiencias vivida del educando. De
este modo logrando dicentes critico y autónomos de su propio aprendizaje.
Paulo Freire nos dice que:
“El enseñar exige el reconocimiento y la asunción de
la identidad cultural”.
Con estas palabras nos hace referencia que nosotros
como maestros debemos asumir una identidad cultural y luego respetar la
identidad cultural de los educandos esto nos ayudara como parte de ser ético.
La cual es absolutamente fundamental en la práctica educativa progresista. La
diversidad de identidades culturales demuestra que el educando es diferente uno
del otro, cual diferencia no debe ser visto como si fuera un problema en el
salón de clases por el contrario ser diferente nos ayuda a aprender cosas
nuevas conocimientos nuevos. Dentro del salón de clase algo que es muy
preocupante, es la discriminación por estas diferencias de las identidades
culturales del educando mencionadas anteriormente. Por tal razón me atrevo a
decir que el profesor debe ser el primero en tratar a todos los educandos por
iguales, respetando las diferencias. Generando un clima de respeto en salón de
clases o aula.
CAPITULO II
Enseñar no es transferir conocimiento: El segundo
escrito defiende la idea de que el docente no debe transmitir su conocimiento
como dueño de las verdades absolutas. Ser docente no significa que yo tengo
toda la razón, más al contrario hay que ayudar al educando a desarrollar sus
propios pensamientos no debemos implantar nuestras verdades en él. Si hacemos
esto, estaríamos pensando que la mente del educando es solo un recipiente donde
se vacían los conocimientos. La enseñanza es algo más, es propiciar al educando
dar un paso de la ingenuidad a la criticidad. La cual permitirá al educando a
desarrollase como seres éticos. Y es así como la formación se convierte en
parte de la educación que se ofrece a los alumnos. El conocimiento es
inacabado, por tal razón los educadores son eternos aprendices y siempre será
aquel hombre que siempre estará en busca de nuevos conocimientos. También es
importante que el profesor tenga conciencia de la realidad
Socio-histórico-cultural en que está trabajando para que el mismo pueda
desarrollar una buena actividad de acuerdo al lugar donde aplica la práctica
educativa. Terminare diciendo que todo maestro debe tener una curiosidad, ya
que el ejercicio de la curiosidad ayudara al educador a la imaginación, a la
intuición, a las emociones, a la capacidad de comparar. De esta forma logrando
que educador participe en la búsqueda del perfil del objeto o como lo dice
Paulo Freire “El hallazgo de la razón de ser”. El educador debe concebir la
disciplina como resultado de la armonía entre autoridad y libertad. En respeto
de la una con la otra, evitando la inclinación a los extremos.
CAPITULO III
Enseñar es una especificidad humana Finalizando el
último escrito, el ser pedagogo exige una buena preparación y calificación del
profesor, hago mención de que este debe estar seguro de su profesión. Porque la
inseguridad demuestra incompetencia, nos dice Paulo Freire. Debemos estar
seguros porque la seguridad se expresa en la firmeza en la que actuamos, nos
ayuda a crear un clima de respeto en el salón.
Paulo Freire nos dice:
“El profesor que no lleve en serio su formación, que
no estudie, que no se esfuerce por estar a la altura de su tarea, no tiene
fuerza moral para coordinar las actividades de sus clases”.
Esto nos aclara toda duda, tomando como referencia
de que si el maestro quiere ayudar al educando a superar su ignorancia. Primero
nosotros como educadores debemos superar nuestra propia ignorancia. Concluyo
esta idea con las siguientes palabras “Un ciego no puede guiar a otro ciego”.
El maestro debe saber escuchar para poder profundizar el arte de la docencia,
es una de las ideas más relevantes en el momento, que el educador quiere hablar
con el educando. Muchos profesores comenten el error de hablar primero, sin
antes de haber escuchado. “Tú como maestro debes ser el primero en escuchar”.
Debe aprender como maestro a escuchar primero al educado y luego hablar con el
educando. Como educador debes querer bien a los educandos.
Conclusiones del Autor:
Para
lograr una Práctica Educativa Democrática, la cual con lleva en convertirse en
un docente crítico, es necesario ser un agente de cambio en nuestro medio.
Y para aquello el profesor debe:
• Ser el primero que debe tratar a todos por igual,
respetando las diferencias individuales del educando, sin excluir a nadie.
• Concebir la disciplina con el resultado de la
armonía o equilibrio entre autoridad y libertad.
• Debe saber escuchar para poder profundizar el arte
de la docencia.
• Superar su ignorancia primero, para después ayudar
al educando a superar la ignorancia.
• Saber escuchar.
• Querer bien a los educandos.
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